Este 25 de enero se cuenta un año más de vida para mi. Por supuesto que no me parece una fecha propicia para sacar balance. Pero si para recordar y reirse un poco de lo vivido. A ver si ese niñito del cargador tendría alguna noción de lo que le esperaba en la vida que le esperaba. Más bien se ve un poco desbordado, tambaleante y no solo por las ruedas incontrolables y sin dirección.
Habría que preguntarse en que se basaba esa aparente seguridad de un muchachito de 5 años, algún asomo de vanidad, de esa estima alta de primogénito, o acaso era la impavidez, la parálisis ante el miedo escénico, ante el horror del flash, ante el esperpento al que en la época le llamaban cámara.
Seguro que la inmovilidad y serenidad aparentes eran la represión de los sentidos ante el colosal coro de niños que se enervaban en la espera de la piñata y los regalos en funditas multicolores que nunca tuvieron un contenido más allá de los soldaditos de plástico, una cornetilla y algún chicle endurecido.
Pero de todos modos que bueno es haberlo vivido, que bueno es poder contarlo, cada segundo, cada suspiro, cada mueca de dolor o de incredulidad. La vida es el ejercicio mismo, es en tanto se ejerce. Implica riesgos, desconciertos, desengaños, pero tambien, unas ráfagas de alegrías que compensan, que alientan e impulsan.
Ojalá que ese niño nunca me abandone porque cuando termine de crecer se terminará esta historia que me hace bien contarla y agua la boca transitarla y como ansias por el día de mañana en que empezará la cuenta del próximo año.
Nada como la suerte de tener a aquellos de los que he aprendido, que en realidad son la mayoría. A esas miradas, a esas preguntas y sobre todo a esas respuestas que me han ayudado tanto, tan indispensablemente, a contruirme. Se que les acuso cómplices de los defectos, pero esos tambien son parte de este proyecto total.
Las gracias a todos: a los de las manos en el hombro, a los del índice en la frente, a las de los besos en la mejilla, a los de los codos en el estómago, a las palmas que empujaron la espalda, a los antebrazos que ayudaron a subir y tambien a los pies que entorpecieron mis pasos, porque todos ellos lograron que el niño insistiera.
Hamlet.
6 comments:
Buenos dìas Ingeniero y Feliz Cumpleaños, me ha gustado mucho su blog, lo he leido todo, hay mucha calidad. Que Dios le Bendiga mucho, es un ejemplo a seguir.
Un abrazo
Alexandra
Hola Hamlet, recibe nuestros mejores deseos, salud para ti y tu familia y
que los exitos te sigan acompañando siempre, lei tu Blog muy bien.
Quienes te admiran,
Familia Mera Zouain
Usted, a diferencia de otros niños, que son la mayoria del pueblo dominicano, puede darle las Gracias a Dios por haber tenido una niñez feliz, puedo decir sin temor a equivocarme que es un privilegiado en este sentido.
Mucha salud para usted y su familia en este dia
miguelina
En verdad es para mi un orgullo poder tenerte como parte cercana de mi vida y por eso le pido al todopoderoso te bendiga con mucha salud y vida para cada 25-01 poder tenerte muchos años mas, FELICIDADES......
Feliz Cumpleaños, Que Dios le conceda todos los deseos de su corazón (siempre y cuando le convengan) y recuerde siempre tener a Dios presente en su vida.
Me alegra ver estas fotos y saber que cada etapa de su vida, su niñez, su adolescencia, su adultez felizmente vividas, han contribuido con lo que es usted hoy, un hombre de bien. Feliz Cumpleaños y feliz nuevo año de vida que Dios le concede hoy.
Con alta estima. Elen
El mundo está hecho, para personas fuertes y de noble corazón, como tú. Nunca permitas que se vaya, ese hermoso niño que llevas dentro.
Recuerda, que tus ojos color esperanza y tu sonrisa sencillamente sincera, son las que en cada amanecer, llenan de felicidad a quienes te queremos.
Good!!!
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